Euskadi ultima un proyecto para el cultivo comercial de mejillón, ostras y almejas

El instituto AZTI-Tecnalia ha definido ya dos espacios idóneos en alta mar, entre Mutriku y Mendexa y en Elantxobe

Euskadi comienza a recortar el retraso que tiene en la acuicultura y trata de sacar el máximo jugo posible al Cantábrico que le ‘pertenece’. El consumo, las dificultades que afronta el sector pesquero y los beneficios que puede otorgar su explotación son razones suficientes para que se haya decidido pasar a la acción. El último paso es el proyecto que esta llevando a cabo el instituto AZTI-Tecnalia, con el investigador Diego Mendiola a la cabeza, que consiste en estudiar la cría y engorde de moluscos como el mejillón, la ostra o la almeja en alta mar, o la posibilidad de instalar jaulas sumergibles para el engorde de atunes en nuestras aguas.

Con la cría de moluscos se trata de desarrollar un medio de actividad económica basado en el cultivo en mar abierto, con el que se permite la diversificación de las actividades extractivas y la generación de beneficios para la industria alimentaria y el sector auxiliar. AZTI-Tecnalia destaca que existen posibilidades para implantar esta nueva industria en la zona ya que hay espacios de mar abierto, las especies cultivadas son muy demandadas en el País Vasco y hay posibilidades de contar con nichos de mercado para almeja y mejillón. Sirva de dato el consumo de almeja en la comunidad autónoma vasca, con 1.800 toneladas y 16 millones de euros de movimiento económico anual, o el del mejillón, con 3.100 toneladas y 8 millones. No obstante, el proyecto plantea cierta dificutad y algunos ‘handicaps’ que superar.

Los más importantes son que el sector, de momento, está poco desarrollado y que se pueden encontrar problemas técnicos con las instalaciones ‘off shore’ por el fuerte oleaje de la costa vasca. Aún así, los pros son mayores que los contras, por lo que AZTI-Tecnalia ya se encuentra en un proceso de planificación espacial y de validación ecológica de las zonas aptas de cultivo. Por ello, se ha establecido un mapa de puntos que podrían dar cabida al cultivo de moluscos.
De hecho, el instituto y el Gobierno vasco han identificado en la franja costera entre Mutriku y Mendexa y en las áreas cercanas a Elantxobe posibles ubicaciones para esta práctica, que podrían estar a punto para 2014. Según estos estudios, dentro del área libre vasca se podría contar con 1.494 hectáreas de trabajo que conseguirían una producción de entre 59.760 y 110.520 toneladas, con un volumen de negocio de entre 23 y 47 millones.

¿Y los túnidos?

Por otro lado, se encuentra en estudio la instalación de jaulas para el cultivo de atún. Un proyecto que, aunque con ciertos condicionantes, se ha convertido en más necesario que nunca debido a que los pescadores vascos continuan vendiendo su cuota de captura de esta especie –un total de 500.000 kilos– a empresas del Sur de España para llevar a cabo su explotación y engorde en almadrabas gaditanas.

La acuicultura en rías y aguas protegidas, como se explota actualmente, se moverá en un futuro hacia aguas abiertas; pero entretanto, en el Mediterráneo están logrando importantes beneficios con el engorde de túnidos en jaulas y su posterior venta a alto precio a Japón. Por ello, ¿por qué no instalar jaulas en el Cantábrico para la venta del atún engordado al gigante asiático?

En este objetivo se ha avanzado con un proyecto denominado Itsasculture. Un sistema de acuicultura ‘off shore’ para localizar en la mar unas estructuras productoras de especies en bateas, jaulas y otra serie de elementos, en conjunción con las cofradías de pescadores y empresas vascas de la industria auxiliar interesadas en el desarrollo de los cultivos marinos. De momento, desde AZTI avanzan que existen dificultades para que a corto plazo se pueda iniciar este engorde de atunes, ya que no existen zonas para la instalación de jaulas convencionales, además de la posible competencia que podría suponer para el Mediterráneo el iniciar esta actividad en nuestras costas.

El sector pesquero se enfrenta a muchos interrogantes que obligan a buscar nuevas oportunidades. En estos momentos, la flota padece limitaciones de caladeros, cuotas, precios bajos, costes del gasoil… Por ello, la baza que tienen es la de convertir en resultados aspectos interesantes como el alto consumo per capita local de pescado, las favorables condiciones del agua y el apoyo encontrado en la Administración para hacer realidad estos proyectos.

Además de estos planes, y dentro del campo del turismo marítimo, AZTI desarrolla el proyecto Kostasystem, un sistema de seguimiento automático de arenales mediante cámaras que recogen los movimientos del mar y la arena. Actualmente está implantado en cinco playas de Bizkaia y de Gipuzkoa. La búsqueda y aplicación de nuevos recursos biológicos y genéticos marinos –conocida como bioprospección marina– puede encontrar aplicaciones en ámbitos como alimentación, farmacia, cosmética, productos químicos y biocombustible.

El correo-29.08.13