Productos de temporada: Jengibre, apio y abadejo

Jengibre: múltiples beneficios para la salud

No es de extrañar que el jengibre se haya convertido en un superalimento, gracias a sus variadas propiedades medicinales y a sus múltiples beneficios para la salud. Además, es posible consumirlo en diferentes formas como fresco, en polvo, en especia o en líquido, lo que nos facilita la posibilidad de incluirlo en nuestra dieta habitual a través de diferentes recetas y momentos del día.

Las personas expertas en nutrición recomiendan el jengibre porque:

• Facilita la digestión.
• Es bueno para la acidez y los gases.
• Favorece la pérdida de peso.
• Previene distintas enfermedades.
• Es antioxidante y antiinflamatorio.
• Mejora el riego sanguíneo.
• Disminuye las migrañas y los dolores menstruales.

Apio: ¿cuál puedo comprar y cómo lo puedo mantener fresco?

Con la llegada de los meses fríos el apio comienza a ser una de las hortalizas habituales de nuestras fruterías. Frescos, desde las huertas más cercanas y con un sabor muy característico, son ideales para las múltiples recetas que nos calientan el cuerpo en esta época.

Para que el apio se considere fresco y de calidad debe tener una apariencia lustrosa, con tallos gruesos, de textura firme, crujiente y de un color verde claro. Las hojas también tienen que tener una tonalidad similar y con apariencia fresca. Si encuentras apios así en la frutería, no dudes en llevarte un manojo a casa.

Una vez los hemos adquirido, ¿cómo puedo conservarlos de una forma adecuada? Lo mejor es mantenerlo en zonas de poca luz, refrescarlo sumergiendo la base de los tallos en agua y consumirlo en tres o cuatro días para que no comience a marchitarse. Durante esos días se puede guardar en el cajón de las verduras de la nevera para que no pierda textura ni propiedades. Incluso, para que se mantenga fresco se recomienda envolverlo en un papel humedecido.

Hay quien cuando compra un buen puñado de apios y sabiendo que no podrán consumirlos en los siguientes días, decide congelarlo, previamente hervido. Eso sí, perderá su cualidad crujiente.

Abadejo: muy similar al bacalao

Si no conoces el abadejo, estas en el lugar indicado. Es un pescado de la familia del bacalao con muchas similitudes a simple vista, incluso en algunos lugares de comercializa indistintamente, a pesar de que no sean iguales.

El abadejo, al igual que el bacalao, se captura en aguas saldas y frías, muy habituales del Atlántico Norte y en aguas de Canadá. Incluso existe el abadejo de Alaska, que se pesca en el Mar de Bering. Eso sí, el abadejo también se puede encontrar en aguas más cálidas. En los países bañados por estos pares es muy apreciado desde hace siglos, no en vano, conscientes de su aporte nutricional su consumo se ha ido extendiendo por todo el mundo hasta la actualidad.

En cuanto a sabor y textura el abadejo tiene una carne más suave y tierna, mientras que la del bacalao es más firme, con un sabor fuerte y más salado. De hecho, hay quien compara el abadejo con la merluza, generalmente por su sabor.